Un poco más de charla [Michael]

Aparecimos afuera de las tres escobas. Mientras tanto, sonreía porque me gustaba esa sensación que se producía en mi estomago, era como de miles de insectos caminando por todos lados, algo que realmente se sentía muy gracioso.

- Aquí estamos - dije antes, pues no sabía si a él le causaban molestias esto de aparecernos. Lo miré curiosa, mientras me soltaba lentamente de su brazo, pues por un momento se me olvido que lo tenía agarrado.

- Si, bastante bien y ¿tu? ¿te sientes bien? - solo esperaba no creyera tonta mi pregunta, algunos hombre se ofendían por preguntar como se sentían después de aparecer.

Metí mis manos en las bolsas traseras del pantalón, mientras lo observaba y analizaba su rostro, en busca de alguna de señal de incomodidad, pero hasta ahora no encontraba una.

Saque una mano y con mi dedo indice señale el pub. - Bueno, ¿entramos? - pues no creo que hubiéramos venido, solo para quedarnos afuera, aunque tampoco se estaba mal en este sitio.

- Me alegro - pues no se ofendió por mi pregunta, algo que tome muy bien, pues no todos eran tan comprensivos y tan buenos como él, porque otros seguros me mandan al diablo.

- Si, si que lo estoy - sonreí de lado, creo que había tomado su comentario con doble sentido, pero no me molesto, era la primera vez desde hace un tiempo que no me molestaba, algo así.

- Esta bien - se había perdido unos momentos tal y como yo, pero ambos reaccionamos bien. Abre la puerta y entro. - Gracias - lo espere, mientras veía el lugar, no estaba tan lleno como pensaba.

Los hombres a veces se querían hacer pasar por muy rudos y los sentimientos le ofendían, pero al parecer Michael, era diferente en eso.

Esperaba no hubiera estado mal lo que dije, pero tampoco es que quisiera verme demasiado descarada, había aprendido mi lección, solo que ahora esto se veía... raro.

Le regrese la sonrisa. Con su mano me indico que siguiera, así que señale una mesa que estaba en el fondo, se veía bastante apartada de todo relajo que pudiera haber. - Vayamos a esa, ahí parece que estaremos muy bien -

La sonrisa me dijo, así que me relaje por completo.

- Si y sobre todo, no hay alumnos cerca que puedan molestar preguntando algo - a veces tenía la suerte de que me topaba con ellos y me llenaban de preguntas y unas no sabía ni como responderlas pues no tenían nada que ver con el colegio.

- ¡Que suerte tienes! - exclamé tal vez algo divertida, pero era verdad, tuvo mucha suerte en no tener que hacerlo y mucho más al no tener que responder algunas preguntas demasiado vergonzosas. Me senté en la silla que saco. - Gracias - deje mi bolso colgando de la silla mientras él se acomoda en la silla contraria. En la de enfrente. - Bastante chicos y me han hecho preguntas que hacen que los colores se me suban al rostro - pues no se como es que lo chicos no le preguntaban a otra persona, no es que me molestará responderles, pero a veces querían que fuera muy especifica y eso era lo que hacia que me sintiera algo... avergonzada.