Acabas con mi paciencia [Jasper]

Despistado. Sí, lo era y bastante, pero por esos días su ánimo era el peor de todos. Y es que aún no podía creer como le era tan fácil para ella el terminar así, sin ninguna explicación coherente... ¿Acaso todo el tiempo que estuvieron juntos no le bastó ni le pareció suficiente? ¿No merecía él una buena explicación por ese término tan raro? ¿Es que en realidad no lo quería y solo jugó con él? Eran muchas preguntas, sin una sola respuesta.

Bufó enojado haciendo trizas uno de los maceteros del jardín de una sola patada. No, ya no estaba taaaaaan triste porque ella lo haya dejado, sino que ahora la tristeza había dado paso a la furia ¿Por qué? Porque le molestaba el ver como ella podía ser así de indiferente.
Y le molestaba porque ya llevaban tres semanas evitándose, actuando como si no se conocieran y eso... eso lo mataba. No podía ocultar el hecho de que la amaba, la amaba más que a su propia vida.

Pateó los trozos del macetero, viendo como se ganaba las miradas asustadas de los niños de primer año pero eso no le importaba.
Salió del patio, empujando a cuanto se le cruzase en su camino y sin dar las disculpas correspondiente. Ni siquiera sabía hacia donde lo llevaban sus pies, pero daba igual.
Vagó por muchos minutos, o quizás solo unos segundos, ni siquiera lo sabía, el tiempo ya no le importaba ni tenía sentido. Incluso esta última semana había faltado a clases solo para no verle y fingir que no le dolía, además, ella había hecho lo mismo la primera semana tras su rompimiento.

No supo en qué momento llegó al bosque prohibido, y mientras iba pateando piedras... la vio. Siempre tan hermosa e indiferente, con su pose orgullosa, sensual y atrayente que él tanto adoraba. Por eso mismo estaba enojado, pero ya no esperaría más, así que tras observarla desde lejos unos minutos, se acercó con paso seguro hacia ella.
- Me debes una explicación y esta vez no te irás, aunque tenga que hechizarte - Exclamó lo bastante fuerte como para que ella lo escuchase.

Un hechizo por aquí y otro más por acá, provocaron que un madero saliera volando y se estrellara contra el árbol más cercano, por que en su rostro se dibujo una sonrisa, llena de maldad, pues imaginaba que eso bien podía sucederle a uno de esos niños que la tenían harta, pero por un momento una imagen de cierta persona cruzo por su mente, por lo que negó hasta desaparecerla. No era momento de pensar en él, pues lleva varios días evitándolo y lo había hecho de la mejor manera y no caería en un juego sucio de su mente, ese... no era su estilo.

Continuo con aquella tortura a todo lo que se le interponía en el camino, pues de momento le llegaban lapsos de ira en contra de su familia, pues por ella, era como si jamás pudiera ser feliz, pues había dejado lo que más amaba, incluso más que a su propia vida. Volvió a estrellar otro madero, esto se le había hecho adicción, pero no por eso es que dejaría de sentir odio y rencor, pero al menos por ahora lo calmaba.

Aquella voz que conocía muy bien la saco de concentración y maldijo por lo bajo, pero sabía que en algún momento se lo reclamaría, pues nunca le dio una explicación. Y ahora no podía escaparse. - Inténtalo y verás lo que te pasará - dijo con un tono de indiferencia, pero la advertencia estaba en el.

Jasper ya se esperaba una respuesta así. Si es sincero, puede admitir que no debió de hablarle de ese modo, de hecho, nunca antes le había hablado así, exigiéndole serio y enojado pero... no podía evitarlo, estaba dolido, triste y furioso. Aunque por otra parte (Quizás muy contradictoria) se sentía feliz al tener una pizca de su atención, ya que por esos momentos, ella aún estaba con él y eso... aunque suene masoquista, lo hacía feliz.

Frunció el ceño, enseñándole su varita y guardándola en el bolsillo trasero de su pantalón, a modo de quizás, media disculpa. - Pues quiero verlo, quizás así tengas el valor de una vez por todas para mirarme a la cara y decirme por qué diablos acabaste con todo - Volvía a sentirse enojado. Enojado con ella, pero a la vez, enojado con él por no superarla y porque... sabía bastante bien que ella merecía a alguien mejor. Era injusto pero, la amaba y le dolía a la vez.

Mantuvo su varita en su mano, no pensaba guardarla, pues si era necesario la usaría, después de todo, por algo es que era buena en los duelos. Pero no tenía ganas de herir a alguien a quien amaba, pero al que ya no podía seguir viendo, por su bien.

- No pidas algo que después no podrás resistir - comentó con media sonrisa, y es que como ya había dicho, ella si se proponía algo, lo hacia bien. - ¿Estas seguro de que aguantarás la verdad? - dijo, mientras se gira para verlo mejor, pues si quería que le diera la cara, lo haría, pero tendría que aguantar sus palabras. - Aunque pensándolo bien.... dudo que la soportes - hablo con un tono de desprecio, no tanto, pero el suficiente como para que él creyera lo que le acaba de decir.

Ese gesto le dolió, ver como ella movía su varita. ¿Realmente pensaba atacarle? El jamás lo haría, la idea le parecía inconcebible, pero... al parecer a su, no, a Aintzane ya no le parecía una idea tan idiota.

Frunció el ceño. Sí, seguía siendo despistado y a veces le costaba entender las cosas, como ahora, es por eso que intentaba concentrarse al máximo en sus palabras y no en ella, solo en sus palabras. Le dolía la forma en que lo trataba, pero no se lo dejaría saber... si ella no le importaba, ni como cambiarlo. - Entonces no me conoces si eso crees de mí - Por primera vez usaba un tono frío, seco y algo indiferente, pero la verdad es que le dolía demasiado. - Así que si eres tan amable dime... ¿Qué diablos pasó? - Al diablo la cordialidad, su ton fue exigente y duro.

Sonrió altanera - No importa si te conozco bien o no, no me interesa la verdad - y aunque eso era diferente, para que decir lo contrario si las cosas como estaban ahora, eran las correctas.

Se sentó sobre aquel tronco en el que antes había estado, era mejor estar cómoda. - Esta bien... solo que escucha con atención, porque no me gusta repetir las cosas dos veces - dio colocando ambas manos sobre su piernas poniéndolas una sobre otra. Se aclaro la garganta y lo miro de una forma indiferente - Es muy sencillo el porque todo acabo.. pues me aburrí y eso hace que quiera buscar más opciones para mi - su respuesta era corta, pero sin nada de adornos, era muy especifica. Además el tono de voz de él, le decía que podía soportar aquello que le dijo.

Mentira. Él sabía que eso era mentira, una persona no puede cambiar tanto de la noche a la mañana ¿Cierto? Algo en su cabeza le decía que sí era posible, más si siempre se fingió... pero su corazón no quería creerlo. Se negaba a creerlo... no podía creerlo.
- Pues eso no parecía así hace tres semanas - Murmuró con un tono tranquilo, en eso él no mentía. Antes de que terminasen habían estado tan bien, saliendo, riendo, estando juntos, haciéndose promesas... era un sueño, y ahora vivía en una pesadilla.

Cruzó sus brazos mientras la veía sentarse, con esa mirada altanera y pose arrogante que quizás debería de fastidiarle pero eso solo hacía que él la amase más ¿Tenía lógica? No, pero el amor no posee lógica.
Esas palabras le parecían tan raras, pues ella siempre era la paciente, la que le explicaba hasta cinco veces las cosas, pero de seguro se aburrió y eso le dolía. Por lo que decidió prestarle atención.
Su respuesta era una puñalada directa a su corazón. Pero se mantuvo firme, impasible, sin demostrar nada. - Lo entiendo, entonces, si te aburriste y quieres cosas mejores... ¡¿Por qué alargaste tanto una relación sin futuro?! ¡¿Te hizo sentir mejor, cierto?! - En esto último decidió demostrar su enojo y tristeza, alejándose unos pasos de ella pues se sentía... horrible, con ganas de golpear algo. El dolor era demasiado.

Sonrió sin poder evitarlo, aunque le costaba mucho hacerlo de esa manera tan altanera, como antes de él acostumbraba, solo que por dentro, estaba sintiendo como si algo la apuñalara - Las personas pueden cambiar en muy poco tiempo y yo lo hice - le estaba costando bastante decirlo de una manera muy convincente, pero hasta ahora había ido bien todo y esperaba así continuara.

Rodó los ojos como si eso fuera tan obvio y le fastidiara tener que seguir dando explicaciones, pero algún día tenía que poner las cartas sobre la mesa y ese día había llegado, por mucho que le desagradara, no podía seguir esquivándolo - Por diversión... tenía que ver hasta donde podía llegar y ya era suficiente, la había alargado mucho como dices - sonrió como si acabara de confesar la travesuras que hizo y sin remordimiento alguno por haberlo usado de esa manera. - Mmm... ¿si me hizo sentir mejor? Tal vez algunas veces, no siempre, en muchas tenía hasta que fingir una sonrisa - eso había sido una gran mentira, pero sabía que entre más pudiera herirlo, sería más fácil que se alejará de ella y no dolería tanto, como hasta ahora lo hacía, pero por otro lado, luchaba internamente por ir y abrazarlo y decirle que era una tonta y que no quería alejarlo de su vida, porque eso era para ella, SU vida.

En esos momentos Jasper parecía un ser irracional pues no quería creerle y mucho menos convencerse. Por eso negaba una y otra vez con su cabeza, prefería seguir teniendo la esperanza de que todo era mentira - No se puede y lo sabes - Insistió, testarudo pero sin querer rendirse.

Cada palabra era como una puñalada al rojo vivo en la misma herida sangrante, pero él seguía negándose (De una manera bastante tonta) a creerle, a pesar de notarle tan segura. Quizás era masoquista, y necesitaba escucharle una y otra, y otra, y otra vez para comenzar a siquiera pensar en que esa posibilidad fuera cierta.
Su cabeza se movía negando, y se acercó justo los pasos que unos momentos atrás había retrocedido. - No te creo - Exclamó con tono duro - ¿Y sabes por qué? Porque ni siquiera tú eres tan buena para fingir de esa forma - Su voz era más segura de lo que él se sentía. - Si solo era una farza, no habríamos pasado tantos momentos juntos. Si solo era una farza, no me habrías llevado a ese lugar tan especial para ti, en el cuál pasaron muchas cosas - Y no las mencionaba pues sabía muy bien que ella las recordaba. Se puso frente a ella y se agachó para quedar a su altura al estar sentada en ese tronco - Y si solo era una farza, no habrías actuado tan bien con cada beso, abrazo, o caricia mía y lo sabes... - Puso su mano en su mejilla, arriesgándose a recibir un hechizo o un golpe, pero no le importaba - ¿Por qué haces esto? ¿Por qué no confías en mí? - Le preguntó susurrando, su tono ya había perdido la fuerza anterior.

Río, no muy fuerte, pero lo suficiente para que él pudiera ver que si era posible - Pues entonces no me conoces suficiente como para saber que si puedo hacerlo - dijo en un tono serio y muy convincente, al menos para ella, porque si no se lo creía entonces dudaría y eso no estaba bien, no podía hacerlo.

Sabía que lo lastimaba con cada frase, con cada palabra e incluso con cada gesto que hacia, solo que no podía ablandarse, no ahora cuando todo iba bien y lo tenía asegurado, y estaba a salvo, pero no era fácil hacer esto.
Lo miro con la ceja enarcada, la conocía bien, sabía que mentía y ella era buena haciéndolo, solo que en estos casos, cuando amas a alguien es imposible mentirle de una manera tan vil y cruel y ella lo hacia con cada palabra que salía de su boca. - Deberías hacerlo - le aseguro. Era cierto, no podía fingir todo eso, sobre todo lo que le hacia sentir cuando la tocaba, besaba o veía, era imposible fingir todo aquello, y ni ella podía aceptar sus palabras. Pero debía hacerlo.
Le sonrió al tenerlo tan cerca al sentir la caricia y no le quito la mano, porque lo había necesitado desde hace varios días, pero su sonrisa no era cálida, como todas aquella que le dedicaba, esta era más fría - Parece que soy muy buena actriz, de eso no hay duda - con su mano quito la de él de su mejilla, para levantarse - Ya te dije la razón ¿a caso no la entiendes? - dijo luchando contra sus instintos.

No, eso sí que no era cierto, él sí la conocía - Te equivocas, te conozco más de lo que piensas o imaginas Aint, mucho más - En eso sí que estaba seguro, y se enorgullecía de decir que la conocía más que nadie.

Por más que sus palabras y actitudes doliesen, él seguía sin querer creerle. Prefería estar así, discutiéndo con ella antes que no volver a verle o hablarle, pues a pesar de todo él la seguiría amando, hasta el último día de su existencia.
- No lo haré, por más que te empeñes - Y ella también lo conocía, sabía que a pesar de su forma despistada de ser, él era terco y hacerle cambiar de opinión era prácticamente imposible.

No rechazó su caricia, y a pesar de que no la respondió y sonrió de esa forma que le dolía, para él el tener el más mínimo contacto, lo alegraba. Suspiró cuando dijo eso, y quitó su mano cuando ella le indicó con su gesto.
Se puso de pie igual que ella, sin dejar de mirarla - La entiendo, pero no te creo. ¿Cómo quieres que lo haga? Si fue todo de un momento a otro - Ni siquiera fue con un "aviso" de dos días, al contrario, su relación era más cálida, más unida... - ¿Quién te obliga a estar lejos de mí? ¿Tus padres? ¿Tu familia? ¿Amigos? ¿Te hice algo yo? Eres mi vida, y créeme cuando te digo que no te dejaré marchar así de fácil - La tomó por la cintura, quizás algo brusco pero sin llegar a hacerle daño, esa no era su intención y la acorraló contra un árbol. Necesitaba de ella, aspirar su aroma, sentir el calor de su cuerpo - Mírame a los ojos y júrame que jamás sentiste nada por mí, hazlo, convénceme y... quizás deje de fastidiarte - Le pidió, recargando ambos brazos en el árbol para no dejarla huir.

- Lo que digas - fue lo único que dijo, pues era cierto, la conocía más de lo que ella deseaba y por esa misma razón las cosas se complicaban y le hacía más difícil alejarse de él.

No entendía el porque no aceptaba el hecho de que no podían estar juntos y ya, sino que tenía que hacerle explicar las razones, las cuales tenía que ir inventando y sobre todo, fingir que no le amaba.
No pudo evitar sentir coraje. Cerro su mano para formar un puño, para contenerse - Eres muy necio - susurró, lo conocía bien y aceptar algo así de fácil no era algo que lo caracterizara.

Le daban ganas de salir corriendo, pero recordó que si lo intentaba él podía evitarlo con un solo hechizo, así que no tuvo de otra más que seguir ahí, con él, escuchando todo eso que le hacia daño. - Ya me había cansado de tanto, así que lo decidí en ese momento - después de que le llegará aquella carta, en la que le decían todo a detalle, y la razón por la que era mejor que se alejará de él. Iba a caminar para alejarse aun más de él, tenerlo tan cerca le afectaba, pues quería abrazarlo y darle ese beso que sus labios pedían a gritos desde hace días. No logro llegar muy lejos, los brazos de Jas la amarraban y aunque agradecía tenerlo así de cerca, también le afectaba.Sintió la necesidad de huir, pero no lo logro, pues un árbol obstruía su camino  y los brazos de él a ambos lados la dejaban acorralada. La había privado por ahora de su libertad. - Nadie me ha obligado a dejarte, es una decisión que yo tome y ya te dije porque lo decidí así - seguía empeñada en esa idea tanto que aunque quisiera creerla, no podía. Rodó los ojos, para no sentirse débil por aquellas palabras, pues esto que le pedía era difícil. - Ya te lo dije... - tomo aire y miro directo a sus ojos - Jasper jamás sentí nada por ti, solo estuve contigo por diversión y nada más - dijo tratando de ser convincente, aguantando toda reacción que le diera a entender lo contrario. Y por más que quisiera que descubriera su mentira, duda que lo hiciera con esas palabras que sus labios habían soltado.

Su indiferencia dolía demasiado, mucho más de lo que él quería aceptar, pues estaba ciego y sordo.

- Lo sé - Sonrió un poco sin poder evitarlo por esa reacción y como cierra su puño. De seguro se ganaría el buen golpe, pero le alegraba saber que ella lo conocía a tal grado.

Ahora entendía perfectamente esa expresión de "un corazón hecho pedazos" pues él sentía como el suyo se iba trizando y los pedacitos iban cayendo en un lugar frío y oscuro. - Pero... no fue el mejor momento - Si por último hubiesen tenido una pelea, incluso hubiese aceptado un poco mejor el que ella lo hubiese cambiado por otro, pero no solo un "me aburrí, terminamos, no me molestes nunca más" tan frío e incoherente.

Sabía que ella bien podría haberle golpeado o hechizado para que él no la tomase de ese modo, y en su interior, eso avivaba la esperanza, aunque fuese solo un poquito.
- No hagas esto Aint... no nos hagas esto - Le susurra a modo de súplica. Si debía de perder su órgullo, lo perdería con mucho gusto con tal de, estar con ella, aunque fuese solo unos minutos.
Esas palabras y esa mirada, tan segura y fría... hicieron que por un momento su respiración se cortase y su corazón latiese muy lento, sin ánimos, tal y como él se sentía. Sus esperanzas morían con su última frase. Dolía, incluso más que una quemada al rojo vivo, o una lanza atravesándole constantemente sin piedad. Dolía ver que la mujer a la cuál amas, solo... solo le serviste por diversión.
Bajo uno de sus brazos con lentitud, sin dejar de mirarla algo, derrotado, triste y con unas ganas de llorar inmensas, pero las retendría. - Fuí lo más fácil que pudiste conseguir ¿Cierto? - Preguntó, sonriendo de lado pero ya sin ganas de nada. - Nada... nada de lo que hicimos te importó más que para pasar el rato - No necesitaba preguntarlo, poco a poco se iba haciendo a la idea de que solo fue él el que se ilusionó, imaginando un futuro cercano juntos, felices, tal y como siempre soñó.

Estaba muy segura de querer contenerse y lo había logrado, por lo que Jasper se salvo de recibir un golpe, solo que no sabía por cuanto tiempo.

Sus ojos le escocían, quería llorar o al menos era lo que su corazón le dictaba, pero su mente, le decía otra cosa y también controlaba esa ganas, así que tenía que estar agradecida con ella. - Si no lo hacía, nunca hubiera sido el momento - dijo tal vez en un tono medio comprensivo, pero sin abandonar ese aspecto despreocupado que ya adoptaba con más facilidad.

Esas palabras casi casi la convencían, y por unos segundos casi se daba por vencida y aceptaba que no quería hacerlo, solo que reacciono y no cayo en esa posible trampa, bueno, no lo era, pero para ella podía considerarse así - Yo no hago nada, tu eres él que te empeñas en algo que no más no va conmigo - esperaba no pidiera más, pues ella podría terminar cediendo y no podía darse ese lujo.
Sintió un poco de alivio al ver que él caía redondito en aquella charada, que le creyera, a pesar de que le había sido muy difícil hacerlo. Herir a las personas con sus palabras durante años habían dado frutos, pues solo tenía que ver a Jas, para darse cuenta de ello. Dio un ligero suspiro. Pues sentía que esa mano sobre su corazón le hacía más daño que nunca, podía sentir como lo presionaba e incluso como lo iba desmadejando lentamente y con disfrute. Era horrible esa sensación.
Vio como bajo su brazo y se dio cuenta de que tenía presente la oportunidad de salir corriendo, pero no lo hizo, quería por lo menos disfrutar unos minutos más así, porque muy seguramente luego de esas palabras, sería la ultima vez que le vería. Se alzó de hombros - Fuiste fácil de engatusar, no lo puedo negar - sonrió de lado a modo de triunfo. Era una gran mentira eso, pues ella fue la que cayó muy rápido ante él. Pero lo negaría si se lo preguntaban. - Así es... pero debo agregar que fue divertido mientras duro... así que gracias por tal diversión - eso no era necesario agregarlo, pero era como la cereza del pastel, para que estuviera convencido de que lo que decía era cierto, solo diversión y nada más.

¿Se han dado cuenta de cuando una persona es demasiado feliz, siempre ocurre algo que acaba de forma dolorosa dicha felicidad? Bueno, ese era el caso de Jasper. Lo más irónico de todo es que él siempre intentaba ver el lado positivo y bueno de las cosas, pero en este caso era prácticamente imposible lograrlo.
- Es porque nunca debió de ocurrir - Le corrijió, con un tono terco pero a la vez... débil pues sabía de una u otra forma que, estaba todo perdido.

Asintió por sus palabras pues eran demasiado ciertas, lo sabía, era él quién se empeñaba en regresar con ella, poder volver a abrazarla y besarla sin razón, hacerle reír por sus tonterías o enojar y terminar reconciliandose como solo ellos sabían. - Lo sé, pero valió la pena intentarlo - A estas alturas su tono de voz solo era la de un resignado a un destino horrible, y en su caso si era así, pues no estaría con ella.

Rió sin ganas al escucharla, y sin fuerzas para mirarla pues sabe bien que no soportará el ver como se burla de él, o que le dedique esa mirada fría que antes jamás había sido dirigida par él. Jasper aún la seguía considerando SU novia, a pesar de que su relación al parecer nunca había empezado. - Para qué negarlo ¿Cierto? Una victoria más para tu ego - No había reproche alguno en sus palabras, solo... dolor.
Esa fue la estocada final a su corazón, y el último trozo cayó haciendo un eco horrible, junto con una sensación de vacío total.
- Me alegra haberte sido útil como diversión por un tiempo - Suspiró, agarrando valor para mirar esos ojos ambar que tanto amaba.
No quería derrumbarse frente a ella, a pesar de que ya lo estaba haciendo con su actitud, pero tras unos momentos de silencio, abrió los labios para hablarle - ¿Puedo pedirte el beso de despedida? Ya sabes... por los viejos tiempos - Alzó uno de sus hombros. Prefería eso antes de quedarse con la ganas de volver a probar esos labios. Sabía que eso le hacía muy mal, que solo aumentaría su adicción por ella pero... la necesitaba, al menos por última vez.

Río negando - Siempre dicen que al mal paso darle prisa y es lo que hice - y entre mas indiferente, mejor para ella, dolía menos, o eso esperaba.

Por dentro rogaba que se diera cuenta que era en vano querer que ella regresará con él, por más que lo deseara no era posible ya... esta relación había llegado a su fin, pero los momento que paso con él, jamás los olvidaría, ni los cambiaría por nada del mundo, los conservaría intactos y solo con ellos se conformaría - Si eso dices - dijo restándole importancia.

Su risa... ya no sonaba como antes, estaba como vacía y esra entendible, ella había matado todo eso o al menos es lo que se imaginaba. Pero en ella debía sonar como si fuera lo que realmente quería transmitir, por muy complicado que fuera, pero si ya antes había sido así, ahora no sería muy complicado seguir con esa manera de ser, esa donde lo único que le importaba era ella y nadie más. No sonrió - Tu lo has dicho, mejores palabras no pude encontrar - seguía sin sonreír pero ese tono de altanería estaba en su voz.
- Fuiste muy buena diversión - le aseguro, a modo como si se mereciera un premio por aquello, pero no dijo más al ver que la miraba.
El silencio se estaba poniendo incomodo y quería ya salir de ahí, buscar un lugar... aquel lugar donde tantas cosas especiales ocurrieron, deseaba llorar a solas, donde nadie la viera. Enarcó la ceja, fingiendo sorpresa, pero con una sonrisa un poco burlona, pero deseaba ese beso, de eso no había duda, quería probar esos labios aunque fuera una vez más. - Supongo que mereces un premio después de tan buena diversión que me diste - dijo como si estuviera forzada a dar ese reconocimiento por tan buen desempeño en aquella relación a la que ella decidió llamar falsa y solo por diversión. - Así que esta bien - pero ella no se acercó a él para darle ese beso, ¿porque? muy sencillo, pues si lo hacia ella, todo lo que hasta ahora había logrado se derrumbaría y caería de nuevo a sus pies.

- Mucha prisa... si te refieres a casi un año - Pues les había faltado muy poco para cumplir el año. Tenía la fecha grabada en su memoria, y el año se cumplía en exactamente dos semanas con tres días.

Asintió, prefería no alargar más ese asunto que ya estaba perdido, por lo menos para él. ¿Qué sacaba con insistirle en que regresaran si ella solo quería diversión? Ademas, si hubiese la oportunidad de que volviesen solo para que lo suyo fuese eso, diversión... él no aceptaría ya que quiere algo enserio con ella.

Se alzó de hombros, le dolía tanto ya que ni siquiera podía demostrarlo fácilmente - Te conozco, ahorré tus palabras - Para que negar eso, la conocía, al menos un poco. Y era masoquista, pues eso seguía alegrándole.

La miró, viendo como ella alzaba esa ceja. Aún sentía esa sensación en su estómago, pues ella le sigue provocando esos sentimientos profundos y lo peor de todo es que sabe que aunque pase el tiempo, seguirá siendo así. Quizás en unos años ella quiera algo serio y él la va a estar esperando, así tarde cincuenta o sesenta años.
Otra fea sensación en su estómago, asi como un frío que antes no había sentido, se apoderó de él, pero pudo sonreír al menos un poquito porque podría besarla... una última vez.
- Gracias - Dijo sincero, antes de acercarse lento. Posó una mano en su cintura y la otra en su mejilla, para primero rozar sus labios muy lento.
La sensación de frío desapareció por una cálida y muy conocida por Jasper. Sentir su aroma, calidez y respiración lo confortaban y herían a la vez.
La besó lento, con mucho sentimiento pues al ser su último beso, quería que por lo menos ella fuese consciente de lo que él sentía.

Era cierto, casi era un año el que estaban juntos y lo hubieran cumplido si no fuera por aquella carta que le arruino todos los planes, todos eso que había comenzado a preparar para festejar ese día - El tiempo es irrelevante cuando te diviertes tanto como yo lo hacia. -

Su silencio le decía que ahora si había comprendido que no era posible seguir con esto. Todo caía por su propio peso, tal y como debía hacerlo aquello que mantenían ellos y por más que se negará hacerlo... pues era imposible continuar....

Deseaba aceptar eso de que la conocía demasiado, pero no lo haría, por orgullo, uno que ahora demostraba ante él y más desarrollado que antes - Algo así - sonrió pero no era una sonrisa que demostrara alegría solo una que estaba vacía, carente de sentimientos.

Le sonrió o mejor dicho... le sonrió a aquella Aint que había sido con él antes de todo esto, así que era mejor no hacerse ni una pequeña ilusión, después de todo ella era la culpable de todo.
Solo esperaba que algún día le perdonará por esto que le hizo y que tal vez pudieran estar juntos cuando arreglara todo, aunque le pareciera casi imposible de hacerlo, pero tendría que hacerlo así le costase a ella la vida.
No dijo nada, y es que si él no hubiera pedido ese beso, ella lo hubiera robado solo para probar esos labios por última vez. Cuando puso su mano sobre su cintura y la otra sobre su mejilla, las ganas de seguir con esa mascara de frialdad e indiferencia se estaba hiendo y al momento de sentir ese roce de sus labios, estaba por gritarle que no quería alejarlo de su vida, pero no, no podía ponerlo en tanto riesgo.
Comenzó a besarla lento y eso simplemente la derrumbaba, la dejaba desarmada, sintiendo en su pecho una opresión muy grande y ese nudo en la garganta que se forma cuando las ganas de llorar sobrepasan tus fuerzas. Evito hacer cualquier sonido que avisará que ese beso lo estaba disfrutando tanto como los otros que ya en muchas ocasiones se habían dado, pero este como que era más especial, sería el último que se darían de eso no había duda. Y solo por eso, no lo termino, esperaba que él lo hiciera cuando lo deseara.

Sus palabras eran como navajas frías por todo su cuerpo, no solo en su corazón. Incluso sentía como su garganta le dolía, impidiéndole siquiera el poder pronunciar alguna palabra. No era capaz de formar una frase coherente que no se tratase de una súplica. Y no es porque fuese orgulloso, sino porque sabía que con súplicas no lograría más que el rechazo de Aint y eso... eso no podría soportarlo nuevamente.

En su interior se alegraba de no haber recibido una negativa por completo. Sí, sonaba tonto e iluso, pero así era Jasper y por más que intentase cambiar, no podía. Su forma de ser se negaba a cooperar con él de esa forma.

Esa sonrisa le hizo recordar la primera vez que se vieron y casi discutieron, pero fue en ese preciso momento cuando él supo que la amaba, que sería la mujer de su vida y que no la cambiaría por nada ni por nadie... Lástima que las cosas no fuesen mutuas.
Seguía esperando por dentro que algún día las cosas fuesen diferente, pues él realmente la esperaría, por lo menos para ser amigos o que ella necesitase desahogarse con alguien. Si quería ocuparlo como juguete, víctima o cualquier cosa, él aceptaría con gusto, pues todo sería bueno a su lado aún si por dentro se moría lentamente, tal y como ahora.

Sus labios eran los mismos, su calor era el mismo, su sabor no había cambiado, entonces ¿Por qué ella y sus sentimientos sí? ¿Sería posible de que él realmente fuese tan estúpido como para no haberse dado cuenta nunca de que ella solo necesitaba encontrar un pasatiempo? No, aunque lo creyese, él jamás pensaría así de Aint, SU Aint.
Acarició su mejilla, su cintura, esa de cuál infinitas veces se abrazó, besó y mordió. Recorrió sus labios y jugó con su lengua unos instantes, pues para él ese beso era igual que los anteriores y no solo el de la despedida.
Pero no podía ser eterno, así que muy lento se separó, dejándole un suave beso en su labio inferior y manteniendo los ojos cerrados.
- Siempre te voy a amar... - Le susurró bajo y sin mirarla - Siempre, al igual que siempre te voy a esperar, aún así tardes décadas en permitirme verte... - Pegó su frente a la de ella unos segundos y luego, se separó.
No la miró en ningún momento, no podía pues se derrumbaría y lo que menos podría soportar sería su burla.
Se alejó lo más rápido que pudo de ella, del bosque, sú bosque, y se perdió a lo lejos. Necesitaba respirar, esa opresión en su pecho era demasiado grande.
Sin siquiera darse cuenta, sintió como un líquido tibio recorría sus mejillas. Era débil, pero podía permitírselo en esos momentos... había perdido a la mujer de su vida.

Aint había cambiado mucho este año que estuvo al lado de Jasper y lo había hecho para bien, ya no era tan cruel con las persona, y todo gracias a él, pero ahora el tener que actuar de esa manera con él, tratarlo de forma fría y cruel, haberle dicho que solo jugo con sus sentimientos, era muy bajo, hasta para ella, y le dolía mucho el ser así. Pero también sabía que debía mantenerlo a salvo de todo y todos, inclusive de ella, razón por la cual debía alejarse de él lo antes posible. Y eso implicaba mostrar rechazo de su parte.

No quería seguir diciendo que para ella, él solo había sido un juego porque no era así, para ella fue más que eso, fue su vida y ahora tenía que negarlo y casi hasta jurarlo, algo que detestaba, pues por más que quería gritarle que no era cierto, no podía y esto le destrozaba el corazón.

Su sonrisa se había mantenido vacía era como si solo se tratara de una mascara, algo que según ella mantuvo durante un largo tiempo hacia él, pero no podía olvidar ese primer día que lo vio, y aunque evitaron discutir, la impresión que dejo el chico en ella, no había sido de esa pasajera, la había marcado más de lo que pudiera aceptar en esos tiempos. Era sumamente orgullosa, como para decir que por fin un hombre la había conquistado y sin haber hecho algo... solo por su forma de ser, tan tierno e inocente, tal vez por eso es que no podía olvidarle, era todo lo contrario a ella.Y fue entonces que comprendió que lo que en un inicio sintió hacia él, no era otra cosa más que amor, porque no era odio y mucho menos rencor, porque no le había hecho nada malo, más que enamorarla y si ahora podía recurrir a un sentimiento para fingir todo aquello, era al rencor... pero no dirigido a Jasper, si no a ella... por haberse enamorado de él perdidamente, sabiendo que un día tendría que cumplir con lo que su familia dictaba y por lo cual no debía tener a nadie en su corazón, pero a ella le valió y ahora estaba pagando las consecuencia de su testarudez.

Esos labios que una y mil veces beso, los volvía a saborear, a reconocer. Le sería muy difícil olvidarse de ellos, porque una vez que los probo, se volvieron su adicción, una a la que siempre se negó a curarse y ahora lo tenía que hacer forzosamente, pero jamás olvidaría este beso, tal y como nunca olvido el primero que le dio a Jas, pues no fue como los que había dado en otras ocasiones, este había sido puro y lleno de amor. Y aunque ahora fingía no sentir nada hacía él, sabía que no podía evitar demostrar lo contrario con el beso. Pero no le haría daño dejar que esos sentimientos se desbordarán una vez más, ya que sería la última vez que se verían.
Se negó a suspirar o hacer algo que le indicará que no quería que abandonara sus labios, porque esas caricias, solo la tentaban a no dejarlo ir. Cerró su mano en un puño, así evitaba hacer algo de lo cual pudiera arrepentirse más tarde, pero la otra que estaba libre, toco solo por unos segundo el pecho de Jasper, pero en el momento que su lengua jugo con la de ella, casi deja salir un suspiro pero lo evito, apretando la camisa de él, no era lo mejor podía hacer, pero era la única manera de dejar escapar un sonido, que la delatara.
El beso acabo y eso significaba solo una cosa, el adiós para ambos, pero interiormente agradeció ese beso corto que dejo al final. No abrió los ojos, quería guardar esa sensación, sus labios aun palpitaban y se negaban a aceptar que ya no los volviera a besar el amor de su vida.
Por poco sus sentimiento las traicionaban, pero saco fuerzas de donde ya no había, las palabras que le dedicaba Jasper taladraban su corazón, quedándose marcadas ahí, pues ella jamás dejaría de amarlo, aunque por ahora fingir que si, era la única solución. No respondió a nada, pues no sabía si realmente podría buscarlo en unos años o antes, a lo mejor perecía en su planes y si pasaba sería mejor, no le agradaba la idea de vivir sin él. Su frente se despego de ella y ahora si sintió frío, le faltaba ya su otra mitad, abrió los ojos y vio como se marchaba de ahí, dejando su aroma concentrado en su ser.

Cuando por fin desapareció de su vista unas lagrimas traicioneras recorrieron sus mejillas, suspiro - Yo tampoco te dejare de amar Jasper Hale.. siempre lo haré y siempre lo he hecho - susurró, para finalmente salir de ahí y seguir con lo que su familia mandaba, pues la vida de él dependía de eso.

TEMA CERRADO