Reviviendo viejos recuerdos [Roxanne Shepard]

Río por lo que dice y sobre todo por como lo dice, de esta manera, veo que no estuvo tan fuera de lugar mi comentario. - ¿Como esta eso de tu hermana? - preguntó curiosa y divertida, pues sonó muy gracioso.
- Si, hasta eso no me puedo quejar, aunque a veces quisiera ser novata en esto, así si cometo algún erro tengo excusa. Y para usted ¿es el primer año que enseña o ya tiene experiencia? - hablé preguntándome por donde camino, para así no caer.

- ¡Oh! - fue lo que dije sorprendida. - ¿Es muy traviesa? - pregunté seguidamente de mi primer expresión. sonreí divertida, por su risa, seguro era todo un caso.
- No, no es tan complicado, solo hay que tener mano firme para los alumnos, una buena disposición y ser amigable con ellos, pero que sepan quien es el que lleva el mando de la situación - le resumí lo que había hecho yo durante todo este tiempo y me había funcionado. - De acuerdo, entonces te hablare de tú, además de que aplica también para ti, que sino me sentiré muy vieja. -

- Las mujeres somos muy pesadas a veces y casi siempre los hombres tienen la mala fortuna de averiguarlo y de una manera nada linda - dije riendo, porque así era. - Y bueno, también somos traviesas, muy traviesas - le aseguré aunque las travesuras que hacemos, siempre son de diferente forma.
- Para nada complicado, será más sencillo que decir Quidditch - sonreí. - Gracias - pues no me gustaría sentirme tan vieja.

Reí un poco más con él. Se me hacia bastante agradable el chico, además de que también era guapo, pero no pensaba mucho en eso si no la forma en que era. - No y nosotras y no facilitamos las cosas con ustedes - pues si que nosotras eramos pesadas y lo hacíamos todo más difícil.
- Gracias por creerme - eso me alagaba. Sonreí. - Pues realmente no mucho, solo veía por mi planta y me dirigía a mi invernadero, pero me perdí y además de eso, también quería ponerme al corriente y como no tengo nada que hacer en casa, me estaba aburriendo - dije con diversión. - Y ¿Tú que hacias? -

- Si, somos muy complicadas - suspiré, pues si que lo eramos, siempre complicábamos las cosas más sencilla, pero solamente pasa cuando nos sentimos heridas.
Asentí, contenta, porque me creyera, era feo cuando alguien no lo hacía. - Por favor - pues no era buena ubicándome desde aquí. - Ver a los chicos jugar es interesante aunque luego si que se meten unos golpes muy buenos - río bajito, porque varias veces cuando era estudiante vi como se caían.

Suspiré y asentí. - Eso es cierto, pero muchos ni siquiera llegan a amar a las mujeres, solo juegan con ellas y cuando ya no les sirven más las desechan como si fueran un pañuelo usado... pero lo importante es que no todos son así - dije con una sonrisa, mucho más relajada.
- Bueno, vamos hacia allá - debería poner atención al camino, para no perderme, porque sino, sería vergonzoso, que me llevará dos veces por ese camino. Reí. - Bastante y sobre todo es que hacen que te olvides de todo - dije sincera, a mi se me olvidaba muchas cosas cuando me divertía y tal como ahora.

- Si, sobre todo que eso me da esperanza para seguir creyendo que todo saldrá bien con los chicos - aunque quien sabe cuando sería eso, pero por el momento, todo iba por buen camino, no tenía ningún problema.

Le regrese esa sonrisa que me pareció bastante linda. - Aquí, en la casa de Gryffindor - dije recordando esos tiempos. - ¿Tú estudiaste aquí o en una escuela solo para varones? -

Ya era oficial, de seguro la habían engañado y sufrió, sobretodo porque me lo confirma cuando me dice eso. - Bueno, es bueno tener esperanzas. - No sabía que más decirle porque estaba seguro de que no era un tema que le gustaria hablar con un extraño.

Sonreí al escucharla. - Yo aquí, en Ravenclaw, quizás por eso no nos habíamos visto antes. - Pues igual no tenía muy biena memoria.

OFF: Bye^^

- Por supuesto que si, no toda la vida se la puede pasar uno lamentando - dije con seguridad, esas habían sido las palabras de Terrence, mi hermano. - Gracias por escuchar - pues no cualquiera se hubiera quedado a escuchar lo que una extraña decía sobre los hombres.

Hice memoria pero no recordaba haberlo visto mucho. - Una casa de sabios y en la adecuada para ti - yo lo creía sabio, por la respuestas que me había dado. - ¿Cuantos años tienes? - tal vez por eso no lo había visto muy seguido.


OFF: Bye

- Si, tienes razón, no todas se toman las cosas así de positivas, pero debe llegar el momento en que debe ser así - sonreí, sin ningún motivo por no hacerlo, ya que ahora si estaba mejor y no había nada porque no hacerlo, a veces, contar esto a alguien que hace poco se conoce es mejor.

- Muchas gracias - pues eso había sonado muy bien, generalmente decían que eramos lo contrario, que solo era una fachada, lo de nuestra casa. - 25, creo que por eso no nos habíamos visto - pues era un año menor que él.

- Si, eso mismo creo, pero siempre hay que buscarlo, no importa que - yo creía eso y no dejaría de pensarlo, al menos que algo muy fuerte me hiciera cambiar de parecer, pero no, hasta ahora no había algo que lo hiciera y era por eso que me mantenía con lo creía, para seguir pensando de forma positiva y que no perder.

Me agrado ese gesto, pues tenía mucho que no le veía. - ¿Pensabas que eran muy infantiles los de tú edad? Digo no es malo, yo tenía cierto pensamiento parecido, porque si que algunos lo eran y algunos otros eran un más maduros de lo que aparentaban - pero luego, solo era eso, una simple apariencia.

Asentí, pues en eso tenía que estar firme, el lado positivo, siempre estaba ahí, solo había que buscarlo un poquito y después de eso, todo estaría mucho mejor.

- No, no suena raro, sino todo lo contrario - pues yo encontraba algo muy parecido a lo que él decía. - Si, en eso estoy de acuerdo, porque puede que se vea una muy buena persona por fuera, pero que tal si es un psicópata y en cualquier momento te asesina y todo por dejarte llevar por su apariencia - eso sería terrible.

Le regrese la sonrisa, creo que era de los pocos si es que no él único que me había entendido y que sabía lo que conlleva eso de tener un lado positivo en todo o al menos tratar de verlo aunque muchas veces no exista por ningún lado.

- Si - sonreí de nuevo, porque entendía su punto de vista bastante bien. - Claro que si, no quiero llevarme un chasco al final del día - eso sería como volver a comenzar. Seguimos caminando y cuando menciona que llegamos abro un poco más los ojos. - Sorprendente - susurré. - Creí que nos llevaría más tiempo - reí un poco, pues me pareció que fue muy rápido, más de lo normal.

Noté que me miro por más tiempo del que siempre lo hacian, pero no me pareció nada raro, solo que me sentí como si de nuevo volviera sentir ese tipo de nervios que te hace sentir cuando un chico te ve de esa forma. Sonreí y miré hacia mi planta.

- Sobre todo eso - ya que así no lo perdía en algo raro. Asentí, pues fue realmente confuso como es que llegamos tan rápido ahí. - En eso tienes razón, ya que si se nos hubiera hecho muy largo, eso diría que no disfrutamos la charla, pero en este caso es todo lo contrario, yo la he disfrutado y mucho - y lo decía sinceramente.

Me sentí un poquitin nerviosa, pero no tanto como para comenzar a decir tonterías, pero me gustaba estar así, hacia mucho que no tenía esa sensación y debía admitir que me era más que agradable.

Asentí con una sonrisa. Sonreí, por como me lo explico, fue bastante tierna su forma de hacerlo. - Claro, espero que si repitamos, de hecho... te gustaría que fuera este sábado, tengo mucho tiempo libre y pues no tengo nada que hacer, así que ¿que me dices? - había sido raro invitarlo, pero temía que sino lo hacia, no encontraría otra oportunidad, mejor dicho, valor para hacerlo.