Un reencuentro de parranda [Aileen & Lud]

Recuerdo del primer mensaje :

La vida de solteria es lo mejor que existe, no debo darle explicaciones a nadie y puedo gastar mi dinero y tiempo en pura diversión. Pero aun asi... siento que algo me falta pero por mas que busco no lo encuentro.¿Qué sera? pienso mientras termino de arreglarme y por fin estoy listo para salir de parranda, como todos los viernes.

Tomo mi chaqueta y varita y me apaezco cerca de un antro que visito con regularidad, en Holanda. Ahi me he encontrado con muchas mujeres hermosas y divertidas con las que he pasado momentos agradables, pero aun asi,,, algo me falta, pero espero descubrir ya pronto que es eso que me falta.

Camino guardando la varita y poniendome la chaqueta de cuero mientras camino a la entrada. Saludo con un movimiento de cabeza al señor que esta en la entrada y de inmediato me deja pasar, ante el descontento de los que estan haciendo fila afuera pero...asi es la vida... la supervivencia del mas fuerte aplica en muchas cosas.

Ya adentro me dirijo a la barra y pido un vodka de manzana y mientras me lo sirven mira alrededor. Esta noche esta especialmente lleno de mujeres lindas señor F me dice el barman, mientras pone el vaso frente a mi en la barra.

Eso parece Tony... ¿alguna razón? pregunto antes de darle un sorbo grande al vodka, sintiendo como quema mi garganta de forma agradable.

Ni idea señor, pero creo que usted viene a averiguarlo ¿no? dice con una sonrisa muy sugerente.

Asi es, nada mas alejado de la verdad... tendre que hacer... trabajo de campo digo divertido y tomo un sorbo mas, mirando que en verdad hay unos monumentos de mujeres el día de hoy.

Voy al baño, pues las nauseas se hacen presentes. Vomito y luego me enjuago la boca aunque sea con agua pues no me agrada ese saborcito para nada. - Güik... no lo vuelvo a hacer... wuuuu! - vuelvo a vomitar, sintiendo como me duele mucho el estomago al hacerlo.
Me quedo hincado frente al inodoro hasta que escucho unos toquidos a la puerta, pero vagamente recuerdo que Tony me llevo a algun lado, supongo que es su casa. No pensaba moverme de ahí hasta que escucho una voz.... esa voz que precisamente no quería escuchar... era imposible, de seguro estaba alucinando.
Me levante como pude, tambaleandome aun, y abri la puerta justo para mirarla ahi... como si nada... en la puerta del elevador.
Me quedo helado... pues no puedo creer que este asi tan bien... tan repuesta, y yo muriendo por dentro. - Buenos días señorita Ministro... Tony no esta ¿algo le urge? - pregunto serio, dolido por que en mi tonta cabeza creí que le había afectado lo que paso, pero al parecer para nada... solo fue una noche mas.
Alce el sobre que esta junto a mis pies pero no debía abrirlo, aun asi pude notar que parecia de una boda... ¡Una boda! ¡No puede ser! pienso de inmediato y la miro.

La frialdad en sus ojos, si que combinaba a la perfección con su color, ero omito el comentario.
Boda... Lissander... ahora todo cuadraba - De acuerdo señorita Black.... en cuanto su padrino llegue se lo diré - dije solo a secas, mirando ahra la invitación... una L y una A muy elegantes son las letras en la invitación... las letras que terminan de enterrar mi corazón. Asiento aun tratando de digerir todo. Ella se casara con el tal Lissander, su amiguito especial. Lo de ayer... quizás yo sería algo asi como... su última aventura antes de atarse a alguien, su última "noche loca". No se ya como sentirme... pero intento ser lo mas maduro posible, aunque me duela mas.
- La felicito señorita Black... espero... le deseo... lo mejor - susurro entre dientes y subo la mirada - Sé que será feliz... pero no olvide cuidarse la espalda, de cualquier persona que no sea usted misma - digo antes de pasar mis dedos por mi cabello, peinandolo.
- Hasta... eh... adios - susurre antes de dar media vuelta, helado,,, hacia el interior del departamento.

- Por obvias razones - susurro sin mirarla para no traer mas drama a esta situación. Si ella decidió actuar asi de... normal ante la cuestión, yo no debo hacerlo diferente... no debo verme frágil ante ella.
Asiento a aquello de que se sabe cuidar, pues seguro su amiguito le ha enseñado muy bien - Me imagino... teniendo a un campeón tan cerca, viviendo con él -
Siento su mano y me quedo quieto, sin voltear a verla pues no quiero desmoronarme ahí - No pienso nada señorita Black... es uan de mis... virtudes, no pensar - susurro y suspiro - Como le dije... espero le vaya bien con este... nuevo comienzo y... encuentre todo lo que quiera -

- Claro, había olvidado que fue a la academia de aurores, donde conocío a sus amigos mas entrañables - susurro algo serio y ácido.

La escucho, aunque ya no quiero hacerlo, para no sufrir mas pero lo que dice hace que como que reaccione mi cerebro por unos segundos. ¿Allison? ¿La A es de Allison? entonces... ella no... no es... me quedo pensando mientras escucho el sonido del aparato muggle que sube y baja - ¿No... no eres tú la novia? - pregunto sin darme la vuelta, pero lo suficientemente fuerte para que me escuche.

- ¿A donde mas fuiste entonces? - pregunto sin creer que sea Hogwarts.

La escucho y jusot cuando volteo ls puertas se cierran, pero por lo menos ya no me siento tan mal de como me sentia hace unos minutos. Me quede pensando y decidí ir a buscarla, pues aun debía aclarar muchas cosas...
Me lave rápido la cara y l me volvi a enjuagar la boca antes de aparecerme en su sala, porque no confio en esos aparatos muggles.
Me quede quieto pues no la vi al instante y me acerqué a la puerta, cerrandola bien - ¿Señorita Black? -

Hago una mueca de no creermelo cuando dice lo de Hogwarts.

La miro en pijama, en una pijama lindísima por cierto, una mezcla entre inocente y sexy que hace que me pierda por un segundo, apenas logrando escuchar su pregunta - Eh... si... aunque no pienso quedarme mucho, no quiero quitarle el tiempo señorita ministro, se que sus minutos valen oro - dije aun hablando de forma muy impersonal, pero... aun tenía algo de sentimiento feo en el pecho. Me le quede mirando, sin saber que hacer, aun con la invitación en la mano.

Asiento y camino detrás de ella, sin decir palabra alguna, pues aun se me hace muy rara la situación, con muchas cosas sin entender. La miro preparar un café de forma muggle, con el aparato que ellos usan.
Me siento cuando ella me lo dice, en una de las sillas que estan junto a la mesa y sigo mirándola, sin saber como comenzar. - Eh... ¿de dónde conoces a Tony? -

Asiento pues recuerdo a la perfección esa grande afición al chocolate que tiene desde pequeña - ¿Sigues con esa manía? Eras facil de sobornar con chocolate - digo relajandome un poco, pero solo un poquito.

- No pues... se confirma el dicho con eso que me dices - digo mirando como ya esta listo el cafe. Tome un poco de azúcar y le di vueltas con la cuchara - Gracias - Me quede sin decir mas pues... lo que restaba era hablar de lo de anoche y no se bien como abrodarlo.

- En eso tienes razon porque para empezar, primero deben lograr llegar a ti, y ahora que eres lo que eres... será mas dificil - digo asintiendo un poco, mirando el café.

Asiento de nuevo mirandola sentarse tan relajadamente, al fin y al cabo es su casa ¿porqué no lo haría?

Suspiro y la miro con un poco de culpa en la mirada, pero mas que culpa... ganas de saber mas - Si... bastante, creo que... cuando yo pensé que habia tendo un golpe de buenisima suerte... erré y tome malas decisiones, una tras otra - susurre sin dejar de mirarla ahora si.

- SI, tienes a todos el mundo mágico cuidandote... eso ya es bastante para hacer temer a quien sea - digo con mucha tranquilidad, pues se que dificilmente algo malo le podrá pasar ahora.

Bufo mirando mi cafe cuando me dice necio, pues se que lo soy pero no me gusta que me lo hagan mas evidente de lo que ya es. La miro cuando dice eso y asiento tomando un sorbo de café, que hace que sienta un pequeño bienestar en mi estomago - ¿Porqué empezó todo? - pregunto sin recordar muy bien lo que paso, pues el alcohol borró muchos detalles de la noche anterior.

- Pues... parece que estas contenta con tu cargo ¿no? - digo antes de escuchar eso de "alguien muy especial", pero no era momento de ponerme bruto de nuevo, al fin y al cabo solo soy su amigo... si es que ella me sigue considerando eso luego de tanto tiempo sin vernos - Pues... que bueno que ese alguien te enseño a hacerlo, ahora lo necesitas mas que nunca - digo con el ceño ligeramente fruncido, tomando mas café.

Una punzada en el estomago me da cuando escucho de nuevo el nombrecito - Ah si... ahora recuerdo - digo entre dientes pero me controlo bastante bien - Es normal... uno defiende a sus amigos ante todo y contra todo, yo no debí enojarme, mas bien felicitarte por ser tan buena amiga con él y por haberlo encontrado en el momento adecuado. Y bueno... existe una ligera posibilidad de sea mucho mejor que yo... todo es cuestión de enfoques - digo secamente, sin mostrar ya ninguna emoción, pues insisto... no tengo derecho alguno. Tomo otro sorbo de café, sintiendome cada vez mas repuesto.

- Pues... creo que lo importante es que te gusta lo que haces, y eso hará que a la larga el estres no te importe,y hasta lo llegues a disfrutar - digo sintiendo como ese café me esta alivianando mucho. Frunzo el ceño y la miro con duda - ¿Yo? yo en que momento te enseñe a defenderte? - pregunto sin creermelo.

Bajo la mirada y me quedo callado largo rato, pues no puedo creer lo que esta diciendo. Ella aun cree que soy su mejor amigo... eso es un avance - Pues... si heriste mi orgullo y mi ego, sabes que son dos cosas que me enerva que toquen. No se para que querías enojarme... las cosas iban bien, bueno... aunque tal vez... si soy como tú dices... tu mejor amigo... lo que ibamos a hacer no esta como que bien... asi que... gracias por frenarme - digo alzando una ceja, aun sin creer lo que dijo.